Mercedes Brugarolas
Después de las fatigas del colegio, nada mejor que volar en un mítico dragón. ¿Ah, que no tienes uno a mano? No hay problema, yo te muestro unos cuantos modelos de los que se llevan ahora. Unos a estrenar, con princesa resuelta y elegante a los mandos, otros más antiguos, pero confortables; unos pocos bondadosos y amigables y otros muy peleones pero de buen corazón. Ya verás…
Ya desde tiempos inmemoriales este magnífico animal tiene un lugar entre nosotros. En un principio vigilaban a los dioses y en un tris pasaron a estar enfadados con el hombre. Vivían en la frontera donde terminaba el mundo, en esos espacios vacíos e inhóspitos que se dieron en llamar Terra Incognita y que la cartografía medieval representaba con la expresión “hic sunt dracones”, en los que dibujaba un precioso dragón rojo, enroscado y de larga cola.
Siguen manteniendo su papel de guardián, pero ahora su figura imponente se pasea por los pueblos grandes y pequeños de nuestros cuentos, y viven en cuevas chamuscadas para espanto de reyes y príncipes que tienen que mirarlos a los ojos y demostrar su valía… Hummm, pero todo eso está cambiando, ya lo veréis. Y si no, que se lo digan a Daenerys, Madre de Dragones y Señora de los Siete Reinos.
En el caso de los peques, para cualquier duda sobre cómo manejarlos recomendamos que acudan a la divertida película titulada Cómo entrenar a tu dragón, de los estudios Dreamworks y basada en los libros de Cressida Cowell, así como a los maravillosos títulos que te dejamos a continuación.