¡Buenos días, corsarios!
Bienvenidos a una semana en la que gracias a Gloria hemos podido ver nevar mientras leíamos libros en los que nevaba, nos metimos a fondo en ese tema tan literario que es la familia y nos ha seguido en Twitter un programa sobre libros de una emisora de radio con gran cobertura y cien por cien pía.
También publicado un artículo que si tienes cerca niños en edad te va a encantar: La hora del cuento: 15 libros para leer a tus hijos antes de dormir. Como venir a que Mercedes te recomiende algo, pero por escrito y a un clic de que te lo pongamos en casa. Antes de contarte todo lo que hemos leído, aquí va nuestro plan de actividades para esta semana.
Agenda semanal
Hoy viernes, a las 20h, Marta Peirano es la protagonista del Viernes Sociológico que organizamos con la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León. Conversará con Fabio de la Flor sobre su nuevo libro, El enemigo conoce el sistema, una referencia para conocer por dentro en qué se ha convertido Internet hoy: un sistema oscuro donde muy pocas manos ejercen un poder más allá de toda responsabilidad. “El control absoluto y exclusivo del sistema genera regímenes autoritarios. Cuando alguien lo ve y lo controla todo, ese poder deriva en autoritarismo”, dice. Sin leyendas urbanas: Peirano conoce lo hard y lo soft y lo cuenta de maravilla.
Mañana, sábado 25, a las 18.30h, Un Punto Curioso estrena nuestra temporada de cuentacuentos. Rebeca ha preparado una historia con unas preciosas sillas blancas y toda su capacidad para dejar a los pequeños con la boca abierta. Destinado a público familiar y con entrada libre hasta completar el aforo.
El miércoles 29, a las 20h, encuentro con Javier Gomá Lanzón, que presenta su nuevo libro, dignidad. Gomá –filósofo, autor de la Tetralogía de la ejemplaridad y director de la Fundación Juan March– construye su discurso a través de la definición de dignidad y su importancia en la construcción social: “El gran hallazgo del siglo XX es que la dignidad individual prevalece sobre proyectos colectivos, de progreso, de mayor felicidad”, explica. Le acompaña Fabio de la Flor.
Prepárate porque la semana que viene va repleta: el viernes viene Servando Rocha –factótum de La Felguera– y tendremos por aquí también a Andrés Neuman o Ernesto Castro.
El libro de la semana
Peter Handke dijo de Pierre Michon: “Escribe como un cardenal”. Y estuvo fino el Nobel alemán porque hay algo de sagrado en su relación con la escritura, una especie de respeto reverencial a la palabra, como un artesano que toma en sus manos la materia prima y construye con ella algo bello y perdurable. Él mismo se considera a veces una especie de chamán, de intermediario, capaz de mezclar como nadie lo solemne y lo prosaico. “Cuando estoy aquí, pienso en los sioux”, dice en una entrevista desde su casa, donde nació y escribe, en el campo francés.
Michon publicó su primer libro a los cuarenta años y se convirtió en un autor de culto casi inmediatamente. Ahora va a cumplir setenta y cinco y hace once que publicó su último libro, que curiosamente se titula Los once. Somos tan fans suyos que entretenemos la espera con esta edición que publica Jus y que bajo el título Prosas y mitos recupera sus cuatro obras cortas: Mitologías de invierno, El emperador de Occidente, El rey del bosque y Abades. Historias que giran en torno a la religión, el poder, la belleza o la muerte con esa concepción de la literatura como “una forma venida a menos de la oración, la oración de un mundo sin Dios”, según sus propias palabras.
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Prosas y mitos18,50€
Una literatura escanciada, que busca la palabra exacta, que conmueve y deja una huella perdurable: moldea lectores. Para terminar, otra frase dicha en una entrevista con José Manuel Fajardo y que nos parece una de las definiciones más bonitas del acto de leer: “El momento de la escritura es el de la llama de la existencia, pero termina en cenizas. Sólo al ser leído vuelve a brotar el fuego de entre las cenizas del libro”. Hazte del Club Michon: Inscripciones abiertas aquí.
Más lecturas
¿SOBREVIVIREMOS A LA AUTOFICCIÓN? El primer libro de Michon, Vidas minúsculas, hablaba sobre su familia. En la primera edición española de su Mitologías de invierno hacía un prólogo Ricardo Menéndez Salmón, que también acaba de publicar un libro sobre la familia, sobre la pérdida del padre, titulado como aquel verso de Dylan Thomas, No entres dócilmente en esa noche quieta. Esta semana, el crítico Jorge Carrión hablaba sobre lo que llama “giro personal” en la literatura española: lo autobiográfico alrededor de un trauma como paso para la consagración entre público y crítica. Hay casos recientes. Y apuntaba también lo interesante que es ver cómo casan las tendencias con las obsesiones honestas.
Y este libro de Menéndez Salmón va por ahí: escrito desde lo hondo, con una aparente frialdad analítica, como si la sucesiva destrucción de un hombre por la enfermedad y el alcoholismo le hubiera ocurrido al padre de otro. Novela de duelo, con la conciencia de que cuando mueren los padres el siguiente eres tú: “El paso de lo velado a lo desnudo. Entre uno mismo y la muerte ya no hay nadie, ya no hay nada, salvo el cuerpo exiguo, el tiempo medido, la certeza innegociable de la mortalidad”. Honestidad, introspección y su poderosa escritura: nos ha gustado, y eso que estamos ya un poco desbordados por eso de la autoficción.
PUEBLO PEQUEÑO, INFIERNO GRANDE. El drama familiar también es protagonista en otros dos libros muy distintos que hemos devorado esta semana. Lanny, del joven británico Max Porter, es una fábula, un cuento popular extraño sobre un niño que desaparece en un pueblo. También desaparece del libro. Nunca le vemos, nunca le oímos, todo lo sabemos por los demás: por la familia, los vecinos, por un personaje mítico llamado Papá Berromuerto –un ser fantástico construido con basura que escucha todo lo que ocurre–. Un collage de voces que da cuenta del talento de Porter para hacer explotar los cánones de una novela, incluso en el apartado tipográfico, con renglones totalmente a su aire, un poco a lo David Peace en sus libros más delirantes del Cuarteto del Yorkshire. Muy sorprendente y muy recomendable.
También en un entorno pequeño que se vuelve hostil se desarrolla Qué fue de los Mulvaney, la novela en la que quizá se fundamenta esa sensación de que Joyce Carol Oates va a ganar el Nobel algún día. “Durante mucho tiempo nos envidiaron, nos compadecieron. Durante mucho tiempo nos admiraron; luego, pensaron: ‘Dios mío, se lo merecen’”, escribe. Una familia ejemplar, granjera, que entra en un bucle de destrucción tras la violación que sufre su hija en una fiesta de San Valentín. Ello, tal y como lo nombran, va pesar sobre sus vidas, manchadas por la brutalidad, un peso relacionado con la culpa y la moral. Con ese magnífico sentido narrativo de un Philip Roth y un aire gótico que nos recuerda a Flannery O’Connor, esta reedición te pone muy cerca un novelón de tomo y lomo.
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Qué fue de los Mulvaney23,90€
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No entres dócilmente en esa noche quieta18,00€
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Lanny18,90€
UN MILLÓN DE EJEMPLARES VENDIDOS. Esta semana publicaron la lista de los libros más vendidos del año pasado. Hay qué ver lo poco que contribuimos nosotros a esa nómina. Los datos los ofrece una consultora, pero nunca se habla de números, por lo menos públicamente. La poeta Olvido García Valdés dimitió de la Dirección General del Libro antes de llevar a cabo un plan de transparencia para que cada autor supiera cuántos ejemplares de su obra se venden realmente. Porque a los escritores no hay quien les quite la mosca de detrás de la oreja: según un artículo de Peio H. Riaño se va a llegar a un acuerdo para que los libreros pasemos las cifras reales de ventas. Los editores se defienden diciendo que lo de tangar a los autores será en casos puntuales y algo del pasado. Es un tema interesante.
El caso es que, hablando de bestsellers, hemos disfrutado mucho Un millón de ejemplares vendidos, una novela divertidísima, una botella formato nabucodonosor –el equivalente a veinte botellas de vino estándar– de vitriolo sobre el mercado editorial, escrito por Carlos Clavería Laguarda exlibrero de viejo y una autoridad en el libro antiguo. A Riccardo Zamboni, traductor de Tomás de Aquino al italiano, le encargan escribir un libro que será superventas en todo el mundo. Un experimento de mercadotecnia que de repente pone a la gente a citar al pensador medieval mientras el autor sigue anónimo bajo el pseudónimo de Morel-Fatio y se dedica a comer, beber y correr por la rivera del Arno como si no hubiera mañana. Aquí pilla todo el mundo: autores vendidos a lo comercial, editores tiburones, la clase académica, la mediática y la política. Pero Clavería no va de justiciero ni de predicador subido sobre un cajón de madera, va de pasárselo en grande haciendo ficción italiana sobre lo que podría ser que tal vez fuera. Lo celebramos.
Cuando a Morel-Fatio le están preparando su perfil de Twitter le dicen: “Recuerda que eres irónico, y recuerda también que si quieres ser irrespetuoso, machista, racista y presuntuoso puedes serlo siempre que seas todavía más inteligente que machista, que racista. A algunos escritores parece irles muy bien así. Ya me has entendido. Es muy posible que parezca que todo se nos va de las manos, pero no será así. Las matemáticas nunca se van de las manos”. Por cierto, el escritor que más ha vendido este año ha sido Arturo Pérez Reverte, por si tenías curiosidad. El sitio del almacén donde apilamos en Navidad los ejemplares de reserva de esos títulos tan vendidos ahora lo ocupa una máquina que tiene un lejano parecido al robot Bender pero en vez de cerveza da agua.
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Cinematográfico18,00€
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Taxus. La historia completa34,90€
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Un millón de ejemplares vendidos16,90€
VISTO / OÍDO. Parece ser que al célebre registrador de la propiedad y ahora autor de bestsellers, Mariano Rajoy, le preguntaron por su posible candidatura a la Federación Española de lo del Fútbol y contestó algo así como “lo contaré en mi próximo libro. Lea el libro”. “Lea el libro” es una frase que nunca le oímos pronunciar como presidente de lo otro. A buenas horas con el fomento de la lectura.
En una semana en la que se ha citado La vida de Brian en Salamanca, por aquello de la escisión de la extinta UDS en dos equipos antagónicos e irreconciliables –qué bien lo de Unionistas frente al Madrid–, ha muerto Terry Jones, el Monthy Pyton responsable de aquellas risas. Echamos una lagrimita.

Hemos leído la recopilación en un solo volumen de Taxus, esa recreación de la mitología cántabra que ha convertido en un magnífico cómic Isaac Sánchez, también conocido en su faceta de cómico como Loulogio. Junta se disfruta más y ahora somos fans de cosas como ojáncano, trastolillo o anjana.
Cinematográfico es un álbum ilustrado en el que Gema Sirvent y Ana Pez te meten el demonio del cine bien dentro. Si tu chaval muestra el mismo interés por saber cómo se hacen las películas que por verlas, tienes que echarle un vistazo porque explican la historia del cine y los recursos narrativos básicos de una manera muy cercana y con ilustraciones muy guapas. Y de paso nos descubren a un personaje olvidado, sepultado por la historia oficial: Alice Guy-Blanché, una mujer que rodó mil películas, creó su propio estudio y le dio un sentido narrativo a la imagen en movimiento al mismo tiempo que Georges Méliès.
Y MIENTRAS, CAÍA LA NIEVE. Terminamos con una novela preciosa cuyo título describe el temporal de estos días, Una clara y gélida mañana de enero a principios del siglo XXI, de Roland Schimmelpfennig. Su autor es dramaturgo –cómo cuidan el teatro en Alemania– y compone un cuadro de personajes que convergen en Berlín durante unos días helados. Viven sus vidas mientras un lobo anda suelto por los alrededores, un animal salvaje y desorientado y que supone una presencia fantasmal entre la ventisca. Y las personas actúan tal vez de la misma manera: sin encontrar raíz en una ciudad transformada por la gentrificación, huyendo de algo sin la certeza de encontrar nada. Solitarios, incómodos, precarios. Una novela que representa el estado emocional del postcapitalismo. Y se lee como se ve caer una nevada, con pequeños fragmentos asentándose de una manera fría y silenciosa sobre el paisaje que formamos.
Hasta la próxima semana. Buenas lecturas.