¡Buenos días, corsarios!
Sábado por la mañana, primer día de la primavera en el hemisferio norte del planeta Tierra y día nosecuántos de la cuarentena. ¡Qué tiempos aquellos en los que un sábado por la mañana era un sábado por la mañana! Cómo os echamos de menos por aquí. Aunque aquí ahora es la casa de cada uno, conservamos la voz del espacio simbólico de la librería para escribiros una cartita breve y preguntaros qué tal, cómo lo lleváis, qué estáis leyendo.
Nosotros bien. Con nuestras cocinas –no menospreciemos el poder relajante del hervor de unas lentejas–, nuestro entretenernos con niños –2 de 5 corsarios tenemos niños en edad de entretener– y nuestras lecturas. Miguel y Guillermo, que han cumplido treinta añazos en plena cuarentena, parece que se van a atrever a la vez con 2666, de Roberto Bolaño, una aguerrida y sabia elección.
A Guillermo le regalamos esa reciente y preciosa edición de Empresas y tribulaciones de Maqroll El Gaviero, de Álvaro Mutis y tanto él como Rafa le ponen un sobresaliente a La cólera, el cómic ambientado en la guerra de Troya firmado por esos dos titanes que son Javier Olivares y Santiago García.
En clave griega también ha estado Miguel con Mythos, de Stephen Fry, que ya os recomendamos mucho en la época preplaga por lo bien que cuenta este hombre esa enrevesada genealogía de dioses. Y lo ha rematado con Uzumaki, un cómic de Junji Ito con ese aire fantástico-terrorífico tan escalofriantemente japonés.
Mercedes compatibiliza la lectura de la última aventura de la intrépida y siempre querida Hilda con el feroz regreso de Eva Baltasar, que continúa en Boulder con el estilo descarnado y poético que ya demostró en Permafrost. Y para esos ratos en los que apetece meterte en una narración bien montada ha elegido Un poco de odio: Joe Abercrombie nunca defrauda si quieres acción y unos cuantos personajes bien hechos.
Antonio ha terminado Sinfín, de Martín Caparrós, una novela ambientada en el futuro próximo que seguramente quería hablar sobre el presente, pero no tanto. “Y yo que pensaba que había escrito un libro sobre el futuro”, decía el otro día en Twitter el periodista argentino: Europa destruida, ascenso del poder chino, una epidemia como origen del caos, la dominación cultural como base de todo… No sé, Martín, ¡lo sabías todo! Antonio ha disfrutado además, hasta la última coma y viñeta, de Lardín, un fanzine del que ya nos habló Javier Pérez Andújar cuando estuvo por aquí y que te pone literalmente cuerpo de viernes por la tarde.
Rafa sigue abriendo a ratos los inagotables Ensayos, de Montaigne allá por el siglo XVI. Nos gustó un tweet: “Montaigne escribió sus ensayos durante un confinamiento. Recuerda que tú no eres Montaigne”. Por la noche se pone en manos de T.H. White y su El rey que fue y será, que viene a ser como poner las leyendas artúricas en manos de Terry Pratchett. Fabuloso.
Lo que leemos sólo con el rabillo del ojo es la cantidad de literatura periodística que está saliendo sobre los nubarrones de lava ardiente que se avecinan en el mundo editorial. No es momento para contaros penas, estamos trabajando en ello y te iremos contando lo que se nos está ocurriendo para capear el temporal.
No os ponemos recursos culturales gratis de esos que están saliendo por todas partes porque imaginamos que ya estáis al tanto de todos y os habréis hecho vuestra agenda de conciertos, visitas a museos, lecturas, clases de magia, papiroflexia y corte y confección. ¡Vamos a salir de ésta hechos unos sabios multidisciplinares! Si te va la poesía, échale un vistazo en TW al hashtag #coronaversos que ha puesto en marcha el amigo Ben Clark.
Bueno, al final nos hemos liado un poco. Te escribimos pronto y por aquí estamos para lo que gustes contarnos. Cerrados pero en guardia.