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Cartas de la cuarentena 7: la de ir abriendo

El lunes 4 abrimos la puerta de nuevo, en horario de mañana y con cita previa. Pero ahí estaremos, entregando pedidos y esperándote, con una gran sonrisa tras la mascarilla.

¡Buenas tardes, corsarios!

Ya es viernes, día nosecúantos de la cuarentena. Todo indica que uno de los últimos nosecuántos y uno de los primeros nosecómo. Pequeños nosecómos que desembocan en el nosecómo de la pantalla final: La Nueva Normalidad. Teníamos La Nueva Carne, El Nuevo Negro y ahora esto, un termino de potentes resonancias ballardianas, jota punto ge punto, que parece llevar incrustado en cada fonema el espíritu del mal rollo. Nos gustaría conocer al encargado de nomenclaturas del panel de expertos: ahí hay una historia.

El caso es que el próximo lunes, 4 de mayo, la puerta de Letras Corsarias volverá a abrirse. Si quieres pasar a por un pedido que hiciste, o pedirnos algo en el momento, hemos habilitado todas las medidas de seguridad que el látex, las soluciones hidroalcohólicas y el metacrilato nos permiten. Así estamos haciendo reparto por la ciudad, enviando pedidos por correo y ahora entregándolos en tienda. El horario: mañana y tarde, el habitual de la librería, aunque puede haber algún ajuste al cierre. Pero en general, de 10 a 14h y de 17 a 20.30h. Llámanos en ese horario para pedir una cita o hacernos cualquier encargo al 923 216 704. Ahí estaremos, con la sonrisa detrás de la mascarilla.

El lunes 11, en principio, deberíamos poder abrir normalmente con horario reducido y aforo limitado. Pero queda un mundo para eso y varios nosecómos y cientos de páginas del BOE entre medias, así que te iremos informando. Castilla y León no ha pedido el paso a la Fase 1, así que de momento nos quedamos como estamos hasta finales de mayo.

Estamos aprovechando estos días para preparar el montonazo de pedidos que habéis hecho en el tienda online (mil gracias otra vez) y también para pensar ideas que nos permitan trasladar todo lo que veníamos significando como librería al contexto de la NN o de lo que venga después. Tenemos los oídos muy abiertos.

Libros, ¿te acuerdas?

Ah, que newsletters aquellas con sus párrafos grandes, sus novedades, sus libros y más libros. Es de suponer que el ritmo de publicación va a bajar –sí, va a bajar–, cosa que nos parece necesaria. Así tendremos más tiempo para elegir, leer y recomendar, que siempre vamos con la lengua fuera.

Esta semana, te traemos una pequeña lista de esos libros que se quedaron ahí, en el borde del confinamiento: libros sin apenas lectores por el momento, pero que bien los merecen. Nos hemos metido a fondo con ellos y te los comentamos brevemente. Y los vendemos en sus respectivos enlaces, claro.

Amianto. Alberto Prunetti. Hoja de Lata. Una novela obrera, en fondo y forma. Un primero de mayo, era casi obligado que apareciera aquí la primera.

La bastarda. Violette Leduc. Capitán Swing. La escritura de Leduc explotó: ganó el Goncourt en 1954 con esta novela y desapareció del canon. Apasionada vital y literaria, la amiga de Simone de Beauvoir volcó su experiencia en páginas que siguen vivas.

La vida lenta. Abdelá Taia. Cabaret Voltaire. Taia es un maestro explorando ese territorio donde confluyen vidas “que ya no significan nada”, excluidos en la sociedad contemporánea.

Sombras chinescas. Simon Leys. Acantilado. Ya a mediados de los setenta parecía haber una “conspiración de silencio” en torno a China. Leys contó en este libro su experiencia durante seis meses mirando fluir la vida del maoísmo.

La cólera. Javier Olivares y Santiago García. Astiberri. Olivares + García: garantía de éxito. Entendiendo el éxito como que una obra artística alcance sus propósitos, los rebase, alcance ese grado de armonía entre el qué y el cómo. Lo hicieron con Las meninas y lo repiten con la cólera de Aquiles en la guerra de Troya.

Poeta chileno. Alejandro Zambra. Anagrama. Qué bien se lo pasa uno leyendo a Zambra. Dijo Nicanor Parra que la verdadera seriedad es cómica y aquí se hace de eso un mandamiento, rodeado de familias raras, poetastros y mucha literatura.

Sinfín. Martín Caparrós. Literatura Random House. Desde que la leímos, allá por el principio del confinamiento, esta novela y sus cosas se nos aparece constantemente detrás de cualquier noticia y nos dice con una sonrisa bigotuda: cucú. Va de una máquina con la que ya no te mueres nunca más.

Ni siquiera los muertos. Juan Gómez Bárcena. Sexto Piso. Dice la contraportada que “es el viaje de dos hombres sin hogar que avanzan porque ya no pueden retroceder, y es también una reivindicación de justicia para los perdedores de la Historia”. Difícil añadir nada más. Si acaso que Gómez Bárcena es de esos de quienes se puede decir: escribe bien.

pequeñas mujeres rojas. Marta Sanz. Anagrama. Marta cierra la improbablemente “de género negro” trilogía del detective Zarco con una novelaza que se pliega sobre sí misma y sus personajes, evidenciando todo lo que le interesaba del molde criminal: la memoria, la ficción, la violencia económica y cultural.

San, el libro de los milagros. Manuel Astur. Acantilado. Tampoco es novela de género negro lo último de Astur, aunque se base en el real crimen de Tomasín, Asturias 2011. La contraposición de la naturaleza y la enrevesada urdimbre humana, de eso va esto. Y qué bien se entienda Astur con la naturaleza.

Boulder. Eva Baltasar. Literatura Random House. La continuación de Permafrost es quizá uno de los libros de los que más se ha hablado durante el confinamiento. Soledad, incomunicación, la construcción social de la maternidad, el deseo…

La forastera. Olga Merino. Alfaguara. Una especie de western en la España interior, una dureza del territorio, seres humanos pasando pruebas de resistencia. Un terrateniente ahorcado aparece súbitamente. Una protagonista llena de fantasmas. Dale una buena oportunidad a este libro.

Noche y océano. Raquel Taranilla. Seix Barral. Premio Biblioteca Breve de este año, esta novela manifiesta la inteligencia literaria de Taranilla, una profesora universitaria que ha dicho: “Me he pasado la vida estudiando cosas estúpidas”. Acción contra cultura en toda una revelación.

La insurrección que viene. Comité Invisible. Pepitas de Calabaza.Un clásico de la crítica social, con el sello del Comité Invisible, reeditado por Pepitas de Calabaza. Por lo que pueda pasar.

Bueno, y esto es todo. Vamos a coger carrerilla para ponernos en plan librería abierta. No sabemos bien cómo, pero sabemos con quién y para quién. Un abrazo.

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