Aniversario de Letras Corsarias. Acto I: Miguel Noguera

Miguel Noguera en el aniversario de Letras Corsarias Librería.

Sábado, 12 de marzo, a las 19h. Entrada libre hasta completar el aforo

Por Antonio MARCOS. En uno de los últimos vídeos del dúo Venga Monjas –25 años en Comorl–, Miguel Noguera interpreta a un personaje que ha pasado veinticinco años en coma y al despertar aprende a imitar a Chiquito de la Calzada. Es decir, a interpretar la realidad y a nombrarla en base a ese repertorio de gestos, palabras y patadas de kungfú del genio malagueño. Con sus libros –los de Noguera, no los de Chiquito– ocurre algo parecido: mientras estás inmerso en Ultraviolencia, Ser madre hoy, Mejor que vivir o  La vieja tigresa o el erotismo en la senectud, todos editados por Blackie Books, es altamente probable que la realidad te recuerde a las ideas de Noguera mucho más de lo que debiera. Y después, también. A final de mes publica un nuevo libro, La muerte del Piyayo, del que leerá y expondrá fragmentos en el encuentro de mañana. ¡Tenemos disponibles unos cuantos ejemplares!

Cuando te preguntan qué hace Miguel Noguera no sabes por dónde empezar, necesitas una respuesta muy técnica (el lenguaje también se pega) para hacerle justicia a esa poética. Elegir una de las miles de ideas de sus libros es complicado y, sobre todo, no la cuentas tan bien: la formulación sencilla de una situación retorcida y compleja es una de sus señas de identidad, que se ha ido intensificando más en cada libro, dejando la idea casi en el esqueleto y el dibujo como una de sus representaciones posibles. Seguramente, tampoco es Noguera un humorista: ni por formato, ni por intención, ni por recursos narrativos. De alguna manera, mientras el cómico te lleva hasta el final del chiste como si fuera una línea de meta e incluso la cruza contigo, este hombre es el ciclista que lanza el sprint y se queda como suspendido mirando a ver si gana su compañero. O el que conscientemente se desvía por el carril reservado a los coches de carrera.

Decir que Miguel Noguera pisa los límites del humor sería también quedarse corto y es casi un lugar común. Posiblemente, donde está desarrollando su trabajo es en el juego con la representación, alterar lo que se espera de algo, colocar redondo donde cuadrado, inclinado donde recto, estar a la vez dentro y fuera de lo que cuenta. Tomadas en conjunto, las ideas recogidas en sus libros componen un mundo ajeno a nuestra lógica protagonizado por individuos estresados (estresados en el sentido del “estrés de los materiales”: Noguera dibuja a la gente y a las cosas con un estilo que recuerda al de un sistema nervioso en tensión, como si todo estuviera sufriendo un dolor de muelas. Sufren en sus cuerpos esa brecha violenta sobre la realidad).

Hay además una querencia por la digresión (el personaje que interpreta en Diamond Flash, de Carlos Vermut, es una digresión inquietante en una película inquietante), una abundancia abrumadora disparada en todas las direcciones, un aire compulsivo y esa zona fronteriza entre lo trágico y lo cómico. De alguna manera, sus personajes recuerdan al protagonista de El secreto de Joe Gould, el mendigo neoyorkino que decía escribir la gran narración del todo: actores y víctimas a la vez de una manera de concebir lo real. Noguera ha encontrado su lugar en Blackie Books, una editorial que no sólo ha acogido sus formalmente atípicos libros sino que ha construido parte de su identidad en torno a ellos.

Si todo lo anterior sirve para presentar a Miguel Noguera a quien todavía no ha sido iniciado en los misterios de las rampas, pues perfecto. El texto está lleno de “probablementes” porque cada vez que hace algo nuevo no deja de sorprender, incluso trabajando siempre sobre la misma estética siempre conserva algo de inasible. Y está su trabajo en cine, como actor con Venga Monjas o Los Pioneros del Siglo XXI, sus ultrashows… Es un placer tenerlo en la librería en este primer aniversario. Íbamos a hacer un cartelillo para anunciarlo, pero el suyo nos gustó infinitamente más.