¡Buenos días, corsarios!
Así a lo loco ya casi nos hemos pasado septiembre, acompañados por un montón de buenos libros y generosos autores. Generosos por todo lo que nos aportan: la posibilidad de escuchar, una tarde cualquiera, a alguien que ha puesto todo su esfuerzo en crear mundos o investigarlos.
Estamos cerrando el calendario para los próximos meses. Y cuando decimos cerrando es que ya apenas hay fechas en las que no tengamos algo. Por adelantarte solo algunos nombres entre octubre y noviembre: Marta Sanz, Ana Penyas, Fernando Broncano, Daniel Bernabé, Julio Llamazares, Nacho Carretero, Jordi Costa… y nuestros primeros cuentacuentos de la temporada. Te avisaremos con tiempo.
Pero quedémonos ahora en el presente y vamos con todo lo que va a dar de sí esta semana y nuestra cosecha de títulos, que viene cargada.
Agenda semanal
Mañana sábado, a las 19h, celebramos el Día Internacional de la Traducción con un encuentro especial, realizado con colaboración con ACE Traductores. Claudia Toda conversará con Ana Flecha, que además de traducir, escribe y ha ilustrado libros tan literarios como 20 buenísimas razones para no leer nunca más. Si eres seguidor de esta newsletter te habrás dado cuenta de que siempre mencionamos al traductor en nuestras reseñas, nuestra moderna forma de visibilizar un trabajo tan imprescindible como a veces poco valorado. Vente a escucharlas hablar de libros, traducciones e ilustración.
Y mucha, mucha ilustración vamos a tener esta semana porque colaboramos con Ilustrasal, ese festival que cada año crece en ambición y organización. El jueves, día 4, a las 19.30h, recibimos a Antonio Navarro, autor de uno de los cómics que más fuerte te hemos recomendado esta temporada, Homónimos. Una obra de una fantasía gráfica desbordante, un prodigio de imaginación y un ejercicio estilístico de los buenos. Va a ser un placer tenerle aquí junto a nuestros comiqueros residentes, Seve Acosta y César Muñoz.
El viernes, día 5, a las 12.30, nos despedimos de Ilustrasal con la presencia de Martín Evelson, editor de Libros del Zorro Rojo, un sello que está lanzando algunos de los mejores libros ilustrados tanto para niños como para adultos. Otro lujo para conocer cómo se posiciona una empresa en un ámbito tan competitivo como este.
El libro de la semana
Siempre nos ha gustado esa capacidad de Sara Mesa para indagar más allá de la superficie de las relaciones humanas, de aportar una mirada cristalina a los rincones sombríos de la experiencia, de identificar espacios de turbulencia y convertirlos en una literatura inquieta e inquietante. Cara de pan, su nueva novela publicada en Anagrama, incide aún más en esa línea. Narra la relación de Casi, una adolescente de casi catorce años, y el Viejo, un hombre mayor. Tras su primer encuentro, estos dos inadaptados, cada uno a su manera, encuentran un apoyo en el otro.
Mesa adopta ángulos para mirar una imagen que vista frontalmente resulta intolerable: una niña y un viejo juntos en el parque, entre los setos. Siempre consigue que nos hagamos preguntas sobre qué determina nuestra manera de mirar, sobre cómo juzgamos, con qué equipaje nos situamos ante lo que no conocemos. Explota situaciones mínimas hurgando en los matices de lo que queda oculto y elabora un poderoso discurso sobre la turbulencia del tránsito de la adolescencia a la edad adulta. Una novela incómoda, un rasgo que de una u otra manera siempre debería tener la buena literatura.
Libros recomendados
“No le pregunté nada entonces, porque habría sabido que podía entrar en los recuerdos ajenos, y era ese mi mayor secreto”, escribe Gueorgui Gospodínov en Física de la tristeza. A partir de ahora, ya no es un secreto que hay un escritor búlgaro capaz de narrar cualquier cosa, de viajar en el tiempo, adoptar múltiples personalidades y avatares, siempre en búsqueda de esos momentos en los que lo cotidiano y lo sublime se juntan para alcanzar algún tipo de revelación. Para contar la historia de su familia, la de su país y quizá la de todos nosotros, Gospodínov crea un laberinto temporal lleno de fragmentos, escribe con una libertad y una imaginación que despeinan. Aclamada en Bulgaria, la publica Fulgencio Pimentel en esa colección que nos trae vientos frescos del Este, con traducción de María Vútova y Andrés Barba.
Bienvenido de nuevo, Larry Brown. A finales de los ochenta te decían “realismo sucio” y pensabas en esos solipsismos de Bukowsky apostando en las carreras de caballos y dándole al morapio. Dar la carase publicó en 1988 y dejó claro que había un Hank en cada casa prefabricada de la América que no sale en las postales. Pero sin el glamour. En esta colección de relatos con la que Larry Brown debutó como escritor publicado tenemos toda esa angustia, toda la violencia soterrada aflorando, las historias de gente que parece vivir una permanente resaca de la vida. Larry estaba ahí y la autenticidad no es la única de sus virtudes: escribe con un ritmo adictivo, trata a sus personajes con verdadera justicia poética, sin melodramas, sin basura emocional. Lo que en Raymond Carver era silencio y melancolía, aquí es el ruido ensordecedor de la materia humana en descomposición. Lo edita, cómo no, Dirty Works con traducción de Javier Lucini.
También hay algo de Carver en los cuentos de Natàlia Cerezo que publica Rata Editorial. En las ciudades escondidas está lleno de recuerdos y de esa idea de quedarse en el esqueleto de una historia para que lo no dicho adquiera todo su significado. Una poética de la contención en la que una tarde de lluvia, un cielo gris al amanecer o una mancha de barro en las medias abren puertas a momentos decisivos en la vida de sus personajes. Un debut para tener en cuenta.
Más relatos. Marcelo Cohen, al que habitualmente citamos aquí en su faceta de traductor, publica La calle de los cines, una vuelta al universo que ha ido creando en sus libros: Delta Panorámico, un mundo de islas de río, su territorio. Bajo la forma de críticas cinematográficas de películas producidas en el Delta, Cohen escribe algo que tiene mucho que ver con su enorme capacidad narrativa, como si tuviera que construir un molde para encauzar su imaginación y su espíritu lúdico. Leyéndolo, tienes la misma sensación que cuando sales del cine y has visto una película buena: tienes alimento para rato, has descubierto una forma de decir original y única. Te invitamos a degustarlo.
Tenemos nueva editorial. Se llama Tránsito y su primer lanzamiento es La azotea, de la uruguaya Fernanda Trías (tendremos un encuentro con ella en la librería el sábado 27 de octubre). Si estamos de acuerdo en que un primer libro funciona como una declaración de principios, la apuesta es fuerte. La azotea es una novela corta y contundente, una especie de Canino a la inversa donde una hija –embarazada– encierra a su padre en una habitación, se recluyen en una piso para evitar todo contacto exterior, cualquier reflejo que arroje una luz extraña sobre una relación turbia, cualquier mirada ajena y feroz. “El mundo es esta casa”, le dice. Trías dosifica la angustia y los silencios, plantea preguntas sobre el instinto, los celos, la civilización. Nuestros mejores deseos para este proyecto editorial.
Pálido Fuego recupera otra novela de Tom McCarthy, uno de esos escritores que siempre proponen algo: estructuras narrativas audaces, capacidad intelectual para el análisis y una prosa tan rica que te la puedes comer. Nos deslumbró Satin Island, lo pasamos bien con Hombres en el espacio y ahora llega C, finalista del Man Booker Prize, una historia que comienza a finales del siglo XIX y atraviesa Europa de la mano de un protagonista definido como “un Tintín nihilista con matices kafkianos”. McCarthy ha definido la novela como “una forma de arte zombi”, como un género que nació muerto, y bajo esa premisa no duda en aliñar sus libros con cualquier recurso literario al alcance de su mano. Está claro que sus zombis son de los que corren. Traducida por José Luis Amores.
Sans Soleil edita en castellano un libro que ha alcanzado la categoría de mito antibelicista. ¡Guerra a la guerra!, de Ernst Friedrich, publicado en 1924, tuvo un impacto enorme y el rechazo oficial. Su autor recurrió a archivos militares y médicos para reunir fotografías que revelaban la realidad de un conflicto armado, esas imágenes que siempre se quieren esconder detrás de banderas y funerales de Estado. Barro, cadáveres y miseria. Calificado como “un arma de concienciación masiva”, reflexiona también sobre la idea de verdad asociada al medio fotográfico. Traducido por Ander Gondra.
En el origen de las guerras siempre late ese odio al otro. “Hay dos clases de personas en el mundo: las que creen que hay dos clases de personas en el mundo y las que no. Hay más de la primera clase”, escribe Robert Sapolsky en Compórtate, un ensayo que publica Capitán Swing. Sapolsky, neurólogo autor del magnífico Memorias de un primate, se pregunta cómo se genera en nuestro cerebro esa dicotomía, esa división tribal entre grupos que se enfrentan. Un gran ejemplo de ciencia aplicada a la organización social y, además, muy bien escrito.
Dos cómics esta semana. Astiberri recupera Sordo, de David Muñoz y Rayco Pulido, una obra publicada hace diez años que incluye ahora materiales adicionales y que tendrá versión cinematográfica. Anselmo, un maquis que pierde su audición tras una explosión, es el protagonista de esta historia con tintes expresionistas, una lucha por la supervivencia en un entorno al que le faltan palabras. Norma Editorial ha comenzado la publicación de la serie La edad de oro, una historia de Cyril Pedrosa y Roxanne Moreil que toma la forma de saga medieval para convertirse en una fábula social sobre nuestro presente. La delicadeza de Pedrosa se recrea en la estética medieval, utilizando colores que evocan a los manuscritos iluminados. Una gozada.
Esto es todo. Hasta la próxima semana.
La imagen superior es una ilustración de Donna Salama para la portada de La Azotea.