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NC#203: El presente es un animal escurridizo

Nuestro libro de la semana es 'M. El hijo del siglo', una novela documental sobre el nacimiento del fascismo en la Italia de Mussolini.

Buenos días, corsarios!

Le estamos dando un lavado de cara a esta cartita semanal. Vuelve enero y la rueda vertiginosa de las novedades editoriales vuelve a girar, como una correa de la que alguien tira y nos lleva con la lengua fuera. Y, bueno, así es nuestro trabajo, qué le vamos a hacer. Pero hemos pensado que podemos contarte eso con tono más reposado y que refleje de forma más transparente qué pasa en esta librería, qué libros nos llevamos para casa y qué lecturas extraemos de ellos. Que no sea un listado de los títulos nuevos –que a veces se hacía interminable– sino un relato más o menos estructurado de todo lo que leemos, escuchamos y proponemos. A ver qué tal nos sale. Para nosotros será más estimulante, esperamos que para ti también. Ya nos contarás.

Las novedades –esos quince o veinte libros que decidimos destacar cada semana– las puedes ver en nuestra web y publicaremos un resumen con nuestras favoritas a final de cada mes. Vamos también a escribir allí artículos que traten algún tema en profundidad. Nos hemos estrenado con una especie de Diccionario Santiago Lorenzo, en el que desgranamos con espíritu lúdico algunos de los conceptos clave de toda la obra del autor de Los asquerosos, puestos por riguroso orden alfabético. Léelo, te va a gustar: Santiago Lorenzo, de la A a la Z.

Leíamos esta semana un artículo sobre aforismos que han marcado a algunos autores, ahora que se habla de la edad de oro del este género brevísimo. Había uno de Hannah Arendt que viene al pelo para nuestro libro de la semana: “En la medida en que realmente pueda llegarse a ‘superar’ el pasado, esa superación consistiría en narrar lo que sucedió”. Y eso es lo que está haciendo el italiano Antonio Scurati con una trilogía cuya primera entrega es M. El hijo del siglo: contar el auge del fascismo centrándose en la figura de Mussolini, aquel cuya máxima era “negociar, engañar, amenazar. Negociar con todos, traicionar a todos”.

El hombre que olfateaba “como un animal” el signo de los tiempos y llegó a la conclusión de que el miedo, el rencor y la desilusión eran poderosos argumentos que en tiempos de zozobra movían a las masas más que el anhelo de justicia social . Scurati lo cuenta como una novela, pero no inventa. Todo lo que cuenta es lo que pasó, con la confianza de que exponiéndolo así –sin filtros ni prejuicios, desde el punto de vista de los fascistas– regrese el espíritu de condena que parece olvidado en los últimos tiempos. Es la historia –de lectura absorbente, adictiva– de cómo un populista sin ideología ni programa conquistó el poder en un país herido. Es inevitable trazar analogías con el ahora. El autor lo tiene claro: “No necesitan suprimir las instituciones democráticas, las vaciarán desde dentro. Y ya está sucediendo”. El presente es un animal escurridizo y libros como este ayudan a comprenderlo.

Fuera de los grandes nombres de la Historia pero con el mismo peso de las historias reales, mencionamos aquí Dicen, un fantástico libro de Susana Sánchez Arins, un relato sobre la represión franquista en una comarca gallega, la plasmación de cómo aterrizó sobre el sobre el terreno el discurso de violencia e impunidad tras la Guerra Civil. El retrato poliédrico y casi poético sobre un familiar de pistola en el cinto, arrancado palabra a palabra al silencio que lo hizo desaparecer durante todos estos años. Memoria histórica de la buena.

LA MASA, Y NO ES UN SUPERHÉROE. Habría que mirar cuánta gente sigue llamando La Masa a Hulk, seguramente todos aquellos que leyeron los tebeos de la Marvel pasados por las manos de traductor imaginativo. Pero no es de esta masa de la que vamos a hablar. Es muy interesante cómo Scurati establece la relación entre el individuo y el pueblo italiano que le aupó al poder y de cómo ese fenómeno se reproduce hoy con un voto calificado como “irracional”, pegado a los sentimientos y emociones. De estudiar y clasificar los comportamientos de lo que ellos llaman “Pueblo” se encargan Ismael Crespo Amine y José Carlos Cañizares Gaztelu en su libro Ultrarracionalismo, que acaba de editar Delirio.

Definen así el término: El “Ultrarracionalismo es un método de interpretación de la realidad que estudia los comportamientos y actitudes del Pueblo con el objetivo de comprender sus creencias, pasiones y anhelos. Estas motivaciones son más poderosas que la razón, por eso las llamamos «ultrarrazones»”. Conceptos como Empleo y Gol, Valor-grasa o Sufrir y Rezar nos ofrecen una etnografía filosofada de las sociedades actuales, ideas emanadas del colectivo Homo Velamine, agitadores, psicogeógrafos y seres pensantes.

EL E.T. Y EL OTRO. Nos vas a perdonar que casi hayamos escrito el título de una canción de Los Hermanos Calatrava, pero de eso va un cómic apaisado y formidable que acabamos de leer: Barrera / Barrier, de Brian K. Vaughan, Marcos Martín y Muntsa Vicente. El alien en es otro por excelencia, pero, como en la serie Perdidos, el otro puede ser cualquiera. Y más en la frontera, que es donde se desarrolla esta historia de miedo e incomunicación entre Texas-México, entre una ranchera y un emigrante hispano que viaja desde San Pedro Sula, calificada como la ciudad más peligrosa del mundo.

La barrera es la frontera (se escribió antes de los del muro de Trump) y es el lenguaje. Son los prejuicios hasta que ambos se ven enfrentados a una fuerza todavía más extraña. Una experiencia inmersiva en la incomunicación y en los mecanismos del miedo, con una puerta abierta a la esperanza. Una vacuna contra la demonización del otro.

EL LIBRO DENTRO DEL LIBRO: REALIDAD Y FICCIÓN “Brindo por la jodida situación posmoderna, cuyos vicios distingo en vosotros”, le dice a unos escritores un vagabundo que realmente no es un vagabundo sino un escritor disfrazado de vagabundo porque quiere escribir una novela sobre vagabundos. Parece un trabalenguas. Pero aún hay más. Esta historia se le ocurre al protagonista de Novela natural, que también es escritor y que comparte muchos rasgos –como cargar siempre con una mecedora a cuestas– con el vagabundo. El búlgaro Gueorgui Gospodinov, autor de la novela, tenía una mecedora igual en el momento de escribir el libro.

Un libro que es como una matrioska a la que además le han echado muchas cosas dentro: una historia natural del váter, filosofía antigua, conversaciones pescadas al vuelo, versos sueltos, una novela compuesta de principios de otras novelas, listas, moscas. Si te gusta tanto como te desconcierta Los errantes, de la Nobel polaca Olga Tokarczuk, aquí tienes otro magnífico ejemplo de narrativa fragmentada.

Y otra matrioska extraña, un álbum ilustrado, sin palabras, con un aire pesadillesco casi como de película de Hitchcock. Un hombre –con aspecto de personaje de las pinturas de Edward Hopper– coche averiado: acude en busca de ayuda a una casa en la colina. Resulta ser un museo. Resulta que los cuadros están vivos y van cambiando a medida que suceden las cosas y el protagonista empieza a aparecer en ellos. Y lo que sucede no es bueno: tiene pinta de que se va a quedar allí encerrado, y para colmo hay un tigre merodeando por los pasillos.

En Mvsevm nada es previsible ni casual –empezando por el formato cuadrado del libro–, son cincuenta páginas de pureza narrativa de Javier Sáez-Castán y de una expresividad gráfica de Manuel Marsol que te hacen volver a él una y otra vez.

VISTO/OÍDO. Esta semana hemos disfrutado la entrevista que le hace Fran G. Matute en Jot Down a Ignacio Echevarría: una lección sobre la crítica literaria –planteamientos, bagajes, estilos y daños colaterales–, edición y sobre la voracidad lectora de Roberto Bolaño y Rodrigo Fresán.

Leila Guerriero alzó la voz en El País ante lo que parecía una flagrante injusticia: la Feria de Guadalajara le iba a retirar a María Gainza la dotación del premio Sor Juana Inés de la Cruz –diez mil dólares, concedido a su novela La luz negra– por no presentarse a la ceremonia de entrega. Tuvo que ingresar a su hija, de la que cuida sola, en el hospital. Seguramente su artículo –que se pregunta si al escritor se le premia por escribir o por su estar en sociedad– ha servido para que la Feria haya rectificado oficialmente.

Y hemos conocido los libros más prestados en los 125 años de historia de la Biblioteca Pública de Nueva York. De los cinco primeros, ¡cuatro son libros infantiles! Un día de nieve, de Ezra Jac Keats, –publicado aquí por Lata de Sal pero agotadísimo– es el primero, seguido de El gato en el sombrero, de Theodor Seuss, y de 1984, de Orwell. También andan por ahí Maurice Sendak con su inolvidable Donde viven los monstruosFahrenheit 451 y hasta La oruga glotona. Seguramente estos datos te convierten en más inmortal como escritor que una estatua en el parque.

Agenda semanal

Mañana, sábado 18, a las 19h, encuentro con la poeta María Monjas. Presenta su poemario Nadie hablará de nosotras, con la participación de Charo Alonso y Menchu Martín.

Jueves 23, a las 20h, encuentro con Clara ObligadoLa biblioteca del agua es su nuevo libro, una exploración literaria acerca de cómo se construyen las ciudades, de las lecturas que esconden y cómo se pueden descifrar desde la escritura. Con la participación de Paqui Noguerol.

La próxima semana te lo contamos en detalle, pero apunta: el viernes 24, Marta Peirano y el sábado 25 sesión de cuentacuentos con Un Punto Curioso, como siempre con entrada libre hasta compartir el aforo.

Pues hasta aquí por hoy. Nos ha quedado muy política la semana y más si tenemos en cuenta que anoche tuvimos aquí –a librería llenísima– a Antonio Maestre, en una versión mucho más tranquila que cuando protagoniza peleas en el barro en las tertulias políticas de televisión.

El próximo viernes, más lecturas.

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