La suerte de Omensetter

William H. Gass

22,90

“Imagina crecer en un mundo en el que solo los generales y los genios, solo los imperios y las empresa, tuviesen historias, ni tu pueblo ni tu abuelo, ni tu casa ni Samantha, ninguna de las cosas que amas”, escribe Gass, el hombre con un don para elevar a mitos las pequeñas cosas que ocurren a diario, el desmenuzador de las relaciones que se tejen en pequeñas comunidades olvidadas. La narración es quizá el único patrimonio que mejor se guarda cuanto más lo usas. Y Gass narra, no para de hacerlo. Incluso después de poner el punto final a la novela, cuenta la historia de cómo le robaron el manuscrito inicial de este libro y tuvo que volver a reescribirlo, como escuchando una música lejana.

Publicado a mediados de los años sesenta, el estilo de Gass supuso una ruptura formal en la literatura norteamericana. Ese sentido de la fragmentación, la multiplicidad de voces, el cambio de tiempos. Daba mucha importancia a la forma. Hoy estamos acostumbrados a eso casi por defecto, vivimos en medio de un bombardeo de secuencias de imágenes y textos. Pero este texto sigue impactando porque su potencia mítica está intacta, su musicalidad, su ritmo. Un Homero del Medio Oeste.

Editorial: La Navaja Suiza | Traductor: Ce Santiago | Páginas: 424

La suerte de Omensetter
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